
A veces confundimos la realidad con la representación de esa realidad. Especialmente si la representación es visualmente atractiva. Marshall McLuhan enseñaba a unos alumnos una televisión en la que se veía una manzana y les decía «Esto NO es una manzana» de esta manera remarcaba la diferencia entre la imagen y la realidad.
Ahora sabemos que nuestro cerebro compone la realidad basándose en un número muy pequeño de datos porque, de esta manera, es más eficiente.
En la empresa, tenemos que descender a la realidad para conocerla, a veces hay que acercarse a los sitios donde se producen los problemas para evaluar la situación y tomar decisiones.
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